martes, 24 de julio de 2012

BATMANIA: AUGE

Una sombra permanece agazapada en la noche… No espera, muy típico… Aletargado en la oscuridad, nada ni nadie impedirán al señor oscuro asestar otro golpe a las fauces de Gotham…, no me convence, se hace largo, un momento, ya lo tengo: Las nubes, temerosas, saben que la señal del murciélago se abrirá paso a través de los murmullos… suena bien… Una vez más, el terror acudirá al rescate del terror, la oscuridad tomara forma y los criminales no tendrán otro remedio que ser asediados por la cólera de alguien que como ellos: un buen día decidió tomarse la justicia por su mano… bueno, se nota que es una imitación, pero podría ser de mercadillo asiático, no cuela mal.


Hacer una introducción a lo Frank Miller es casi tan difícil como recordar todas las ‘Atonizaciones’ que Batman ha regalado al común de la humanidad, desde que en 1939, Bob Kane dibujará un tío en mayas dispuesto a hacer justicia a costa de cualquier razonamiento legal. Para ir al meollo 'Batmaniaco', nos saltaremos las onomatopeyas,el disfraz, yel videojuego más excitante que haya existido jamás, para viajar directamente a 1989, año en el que la ‘Batmania’ (divorciada hace un tiempo de Adam West gracias a Moore y Miller) impuso las pegatinas como forma de vida, los ‘Hollywood Cars’ marginaban al desgraciado de clase que aún no había ido a verlos y Kim Basinger era capaz de empapar la sabanas de un ‘Castrati’. Ese año, Tim Burton era un tío parecido a Robert Smith (luego vino Edward) con un gran poder y una gran responsabilidad: convencernos a todos de que era oro puro sin ser conscientes de que ‘Bitelchus’ era suya. Y vaya si lo consiguió.

Con 8 años, ir a ver ‘Batman’ era algo más importante que el colegio, el oxígeno, las personas o el pelo, era un cúmulo de necesidades que fluían por mi cuerpo desde que me despertaba hasta que volvía a no poder dormir. No era una película, era un antes y un después que 'a priori' ya había condicionado mi vida para siempre, un sueño cinefago que logré materializar después de un álbum de cromos lleno hasta las patas, un murciélago al final de cada boli, lápiz o dispensador de mercromina, y veinte mil post-it por la casa pidiendo por dios que me llevaran al cine.

No existe crítica posible para la atonización inmortal que me produjo la cara de Carl Grissom diciendo 'No olvides tu baraja de la suerte', la mano de Jack Napier saliendo del bidón de químicos, la muerte de los Wayne, el ‘Batmovil’ por el bosque, el primer ‘Soy Batman’, o una expresión que a día de hoy aún utilizo: ‘Está mochales’ (esta última se la regalo al doblador)… aunque he de reconocer que iba tan predispuesto que en la taquilla ya estaba diciendo que me había parecido un peliculón.

Con los años, he comprendido que la película más allá de ser ‘El temible burlón’ de mi generación, también era el producto de una concepción cinematográfica que consciente de su formato de folletín ‘Pulp’, lograba hacer de una historia contada con gruesos trazos, personajes arquetípicos y entradas en escena estudiadas cual oposición, un placer narrativo en estado puro que hoy en día sigue siendo un referente.


Los Cohen, como siempre, ya se habían adelantado a esta concepción fílmica con ‘Raising Arizona’, y al Sam Raimi de ‘Darkman’ no se le puede acusar de deudor porque ya había hecho ‘Evil Dead 2’, sin embargo a Warren Beatty si se le vió mucho la pluma con ‘Dick Tracy’, y en una lejana y distópica evolución del género, por mucho que sus películas sean hijas del VHS y las sesiones dobles de mediatarde, el Tarantino de ‘Kill Bill’, algo tendría que agradecerle, así como el ‘Seven’ de Fincher o incluso Cronenberg en alguna de sus evoluciones. Con esto no se está hablando de ningún germen ‘Burtoniano’ padre del universo y la vida en la tierra, pero sí de un autor en ciernes que logró convertir una intriga criminalista superheroica en algo gótico, tenebroso, romántico aventurero, adulto e infantil al mismo tiempo, siendo consciente de lo que estaba haciendo… Por decir algo.


Así fue como el auge ‘Ochenoventero’ de la ‘Batmanía’ colapso prensa, anuncios, carpetas, mentes enfermas y grandes intelectos. Pero al murciélago le quedaba un largo camino, su cueva aún sigue esperándole y… ¡Mierda! Se me ha olvidado hablar del Joker.





2 comentarios:

  1. Pedazo artículo Diego, suscribo 100 % tus palabras, y eso que la buena es Batman Vuelve...

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  2. Gracias querido Brownie, espero que al menos sirva para que veas Evil Dead 2 algún día, Batman Vuelve está en el candelero. La semana que viene repasaremos la caída del caballero de la goma negra

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