jueves, 20 de junio de 2013

¡Ay que Cruise hijo!



Desgana invernal, eso es, desgana invernal en pleno verano es lo que ha llevado a la Bomba Atónita a coquetear con lo superfluo y enfriar el teclado un poco más de lo debido, pero aquí estamos.

En ocasiones, el cine pasa por un estado de ingravidez en el que las películas no acaban de ‘empupilarse’ todo lo que uno querría. Como camiones en la A-6, una tras otra, pasan en busca de algo que sólo ellas tienen claro, tú, mientras tanto: te medio duermes, coges el teléfono, te tomas una cañita, dos, y siguen las disculpas.

Y así, sin acabar de disculparme por nada en concreto, esforzándome en ahuyentar el devenir Atónito del ser, me doy a los blockbusters… por no darme a la bebida.

Y ¿con qué me encuentro? Conque ‘El Equipo A’ ha pasado a ser ‘El Equipo B’… Conque en ‘Oblivion’, Tom Cruise busca una trama lo suficientemente enrevesada como para que su película dure más de dos horas y te haga preguntarte muy seriamente que demonios haces acercándote a algo que ha tocado el director de ‘Tron: Legacy’ (ya no me la metes más Kosinski), que en ‘Jack Reacher’ con… ¡Tom Cruise! La cosa mejora bastante, pero con una amenaza insípida que no te deja decir casi nada malo… ni bueno, y entonces llega ‘Iron Man 3’, o una ‘Nolanización’ Playboy del héroe, en donde la trama se echa de menos en el sentido más ‘hilvanado’ del término. Su director Shane Black, no opina igual, y se empeña en aligerar cada minuto de metraje. Quizá para poder incluir un pegote argumental que encaje en su versión China, tal vez para repetir las agotadoras fórmulas narrativas que tanto gustaron en ‘Kiss Kiss Bang Bang’ y recordarnos que tampoco eran para tanto, o, simplemente para que en lo que uno empieza a echar de menos ‘Los Vengadores’ o incluso al Cruise de ‘Minority Report’ (¡quien me lo iba a decir a mí!), se encuentre con un cúmulo de explosiones lo suficientemente escandalosas como para seguir viendo la peli sin sentir el claro caso de anemia argumental plagada de pequeños méritos inatonizantes que asolan la sala.

Llegados a este punto, cínico y desesperado por encontrar un filón atónito que me empuje a la escritura,  acometo ciego de furia las entrañas de mi videoteca, para acabar este inverosímil artículo y descubrir la carrera paralela en la que el prestigio decidió darle la espalda al señor Cruise... Y me pongo ‘Legend’. Presunta joya de los ochenta con Tim Curry interpretando uno de los mayores iconos atónitos que se recuerden desde aquel maldito muñeco de trapo.

A pesar de que el montaje de la película recorta cualquier presunción de inocencia que pueda tener la trama, y que Ridley Scott se quede con una película que ni los niños ni los adultos acaben de comprender del todo. Algunas de las imágenes más poderosas de la carrera del director y del género fantástico en general, asolan mis gafas por completo… y la atonización vuelve.
Cruise y sus saltitos son lo de menos. Aquí la clave reside en aislar el placer de aquellos que no necesitan excusas para atravesar las llanuras de la lucha entre el bien y el mal en su génesis fílmico (en el sentido menos pionero del término, no nos liemos).

El placer de esos valientes que se acogen a la enmienda de la nostalgia y se nieguan a ponerse ‘tiquis miquis’ con los pastiches pretenciosos, dan pleno sentido al bosque encantado. Es un cuento de toda la vida sin miedo al fracaso asquerosamente imperfecto, ¿quién puede negarse a eso? Ni siquiera David Bennent, el niño del Tambor de Hojalata  en modo extracargante es capaz de cargarse la película.

Y así, es como dejo buscar filones invisibles en las catacumbas de la desgana, encuentro fuerzas para disculparme por esta sopa de críticas insulsas, y os prometo que la próxima vez: procuraré ser más concreto.

"Yo ya no doy pa más chavalotes"





sábado, 30 de marzo de 2013

CARTELERA III. ¡Springtime!


La Primavera ha llegado a 'LBA', y como venimos acostumbrando las últimas semanas, seguimos hablando con expertos multidisciplinares para que la multinformación fílmica que os asola quede lo mejor filtrada posible. Hoy nos hablará Luis Anybody Outhere?, el primer cuentacuentos de la historia con una interrogación en el nombre. Luis ha visto 'Spring Breakers' y 'Dando la nota' (Pitch perfect). Con él os dejo.

'Erase que se era, cuatro hadas en bikini en busca de encantamientos cuyo poder residía en su increíble frivolidad. Con ella, lograban transmitir una falsa ingenuidad que les daba poder ilimitado a espaldas del mundo.

Los  sentimientos baratos de despreocupación que el resto se esforzaba por mostrar continuamente (fuera de aquel mundo de luces y colores se hacía llamar sentimiento Yanqui), les servían para mezclarse en amagos orgiasticos de masas informes deseosas de postularse ante una cámara. Pero en nuestras protagonistas latía una oscuridad mucho mayor que en el resto de paletos. Buscaban otras sensaciones, practicaban otras costumbres. Las inseguridades que alguien venido de la luz, sí tendría: no existía en ellas. Eran 'Las Vírgenes Suicidas' con un espíritu follador mucho más desarrollado, pero igual de etéreas, todo un festival de susurros... Se decía que 'no eran trigo limpio'.

En este cuento, lo turbio respiraba por si solo. Como en un video de 'Aphex Twin', la pesadilla estaba donde el espectador quisiera verla. Por aquel entonces, Britney Spears, se retocaba los muslos con versiones pasadas de photoshop, y permitía que 'Hit me baby one more time' sonara desfasado en boca de cualquiera. Su carrera, como las intenciones de las hadas, nunca apuntaba hacia donde pretendía. Un destino bien negro palpitaba en cada butaca que, desde fuera, veía este camino hacia 'el hoyo', y fué entonces cuando las hadas sobrepasaron el presagio y al espectador... Britney no.

Las tetas, los culos, la cerveza y el bum bum paralelos a esta historia, llamaron la atención en otros cuentos, y así, el lobo feroz, cansado de ver 'The Wire' vestido de abuela, decidió aplicarse el estilo californiano a su filosofía de Baltimore, y partió en busca de las hadas para que le ayudasen a encontrar su propio arco argumental... El resto hay que verlo.

Harmony Korine, director de la fábula, concibió este cuento como un arma obligada a recargarse continuamente, esa era su forma 'comercial' de hacer las cosas. La experiencia le jugo una buena pasada, y esta vez, logró reflejar más cine que modernidad impostada. Gracias a los tiempos rotos, conversaciones en una sola dirección y un toque 'Drive' costero edulcorados con un atraco impagable, hicieron que muchos por fin empezasen a considerarle como un hechizero competente.

Y así fué como James Franco nunca llegó a ser el negro equivocado, se demostro que hay cámaras con ganas de ponerse el bañador después de 'Salvar al Soldado Ryan', Selena Gomez mezcló lágrima con baba sin renunciar a sus camisetas de perritos, Vanessa Hudgens, Ashley Benson, Rachel Korine y unos pasamontañas rosas crearón un nuevo icono para el cine indie, y Harmony Korine sublimó el sentimiento hortera mostrando el sueño americano como una fantasía nihilista, con todo el hedonismo y el vicio que unos bikinis chillones pudieron contener'.

'Y mientras tanto... 'Dando la nota'... se reveló como una película tan lamentable de ver, que su crítica se resumió en la siguiente frase: Si llegan a saber que iba a dar lugar a este tipo de mierdas, jamás habrían estrenado 'West Side Story'.

'Hoy he merendado unicornio'




viernes, 22 de marzo de 2013

CARTELERA II. Blue Psycopaths

Buscando algo de solidez en su discurso de actualidad pasada de fecha, 'La Bomba Atónita' (LBA) se pone al día. No tememos pasar desapercibidos entre la maraña de críticas a películas en cartel.Es necesario caminar entre las ovejas aullando bajito, para luego significarnos en un rugiente ataque a la presidenta oveja de la prensa especializada. Queremos estallar en su cara como un estruendoso anuncio de Spotify después de una suite barroca. Quedarnos grabados a fuego entre las brasas de aquello que solía llamarse 'imaginario colectivo'.

Por ello, vivimos comprometidos con todo lo que pueda ayudar al espectador a elaborar un juicio certero que le resulte saludable, terapeútico y económico, si pretende ir al cine sin tener muy claro que va a ver. Diferentes expertos, nos ayudarán en tales cometidos.

Empezaremos con Ricardo Frutasal, experto nutricionista, que esta semana ha visto: 'Blue Valentine'.

Blue Valentine actúa sobre el organismo como un producto común,no llama demasiado la atención. Pero es solido. Se incorpora a los bioritmos de una forma discreta, que, mostrándonos tiempo y calamidad de la mano desde el primer fotograma, genera en el individuo un agradable estado de parsimonia fílmica (recomendada por uno de cada dos tragaimágenes).

La suave tristeza de Michelle Williams actúa de forma muy digestiva sobre el impacto estomacal que produce la genial caracterización de Ryan Gosling. Las vitaminas que suceden la explosión romántica del inicio, contrarestan el vacio que nos regala el mensaje principal del film... Parece ser que ninguna pareja es tan especial como se cree.

El debutante Derek Ciafrance administra bien el mesaje, y deja un producto que no empacha, ni tampoco maravilla, pero entra suave. Hay oficio. Recomendado para consumir a media tarde.

Muchas gracias Ricardo, ahora, Tomás Valesolo, experto en protocolo, relaciones internacionales y adjetivos rebuscados, nos hablará de 'Siete Psicópatas'.

La autoreflexión va muy bien siempre que funciona a favor de una taréa artística. Le otorga propiedades terapeúticas, y mejora notablemente las relaciones entre producto y consumidor, especialmente cuando este último cree poseer las claves de la creación.

La trama multicorporea ayuda a aceptar el elemento romántico de la psicopatía desmedida, vivido, como los personajes, desde una realidad ajena que funciona ante el espectador de forma cercana, gracias a los agradables artificios que la mueven. Así, 'Siete Psicópatas', establece una buena manera de mejorar nuestras relaciones con el prójimo, aceptando que todos somos extraños, irregulares y posibles dueños de muchas ficciones.

Martin Mcdonagh mueve habilmente sus fichas en este 'Pulp Fiction' crepuscular de épica autoconsciente y surrealista melancolía, que con su planteamiento europeo en el sentido más americano del término, ayudará en el acercamiento entre culturas,y la posibilidad de un pacto entre géneros. Recomendada para ver con alguien que nos caíga regular.

Y hasta aquí las recomendaciones de esta semana. El equipo de 'LBA' certifica que no ha habido ningún tipo de maltrato animal durante la creación de este artículo.

Que no te turbe mi mirada
 

viernes, 15 de marzo de 2013

CARTELERA I

En un alarde sin precedentes, la Bomba Atónita ha salido a la calle por primera vez en su vida, para ver de donde venía todo ese ruido,y ya puestos, examinar el estado de la cartelera a través de testimonios reales de gente irreal, en cines que posiblemente existan. Con la loable y desfasada misión de evitaros disgustos a la hora de pagar una entrada, comenzaremos esta primera parte del reportaje con dos películas que llevan ya un par de semanas en cartel, y por si aún lo dudabais, NO debéis ver.

Atlas de las Nubes:

Usted mismo, ¿qué le ha parecido la película?

- Al principio engancha, las conexiones parecen sutiles, pero se revelan toscas al final. Los personajes se autoexplican demasiado y...

¿Pero le ha gustado?

- Bueno, no es que yo sea ningún experto, la idea del eterno retorno a través de lecciones aprendidas una y otra vez a lo largo de los siglos, y sus respectivas leyes universales inapelables que pretenden luchar por la libertad se manifiestan en...

Bueno, bueno,no se enrolle, que tengo una audiencia...

- Sí, como le iba diciendo, el Seúl del futuro revela la película como el efectivo film de ciencia ficción que quisiera ser...

Oíga, ¿pero que se ha creído? Tenía que preguntar al pesao de turno, será cienciólogo y todo el capullo este...

- Sí bueno, respecto a lo de otras vidas...

¡Atención, atención! ¡Tenemos un espóntaneo!

- ¡Es un festival de narices que flipas!¡Vaya truñal!

Vaya, aquí no hay término medio, y tu, chico moderno, ¿que opinas?:

- Siempre habrá castas...

y...

- Siempre habrá castas.

Bffff, vamos a intentarlo con estas dos chicas, ¿Qué tal la peli señoritas mascachicles?

- Es un poco larga, y hay partes que no se entienden muy bien.Son... como muchos trailers pegados... eso... son muchos trailers pegados... como las partes esas del señor de los anillos que te resumen toda la peli a la mitad... pero... peor metidos.

- Sí, y los finales son muy apresurados, no sé, no me ha gustado mucho... y la historia del asilo... malísima, me ha aburrido un montón.

Vaya, parece que no han dejado muy buenas sensaciones los Wachowski, a ver este chavalín que opina...

- Me ha recordado a Akira, Minority Report, Waterworld,Amistad...

¿Sí? ¿En qué?

- En realidad sólo he visto imágenes sueltas de esas películas, sólo tengo 12 años, pero no hace falta más, la estética de la peli se parece mucho a todas esas imágenes que he visto.

Pues si que lo tienen claro las nuevas generaciones.

- Bueno, también me ha recordado a Harry Potter.

¡Vete a tomar por culo chaval! A ver que opina este muchacho tan cabreado

- Otra película, que intentando contar otra cosa, al final demuestra que en todas las épocas, a los gilipollas de los hombres les ha hecho falta un dios ¡Odio mi especie!
Aja... y... joder que pesado el cienciólogo, a ver ¡¿que quiere usted?!:

- Me he quedado con ganas de decir que la película es un bonito intento de humanismo, pero...

Caaaambio de sala.

Gangster squad:

Empezaremos por este treintañero amante de la pana ¿Qué tal la peli?

- Muy mala. Recuerdas Dick Tracy con nostalgia... el tono de cómic está forzadísimo y mal expresado, tiene cosas de Sherlock Holmes de Ritchie... pero es todavía peor.

¿Todavía peor?

- Peor que la dos.

Pfff... ¿Con peor guión?

- Peor.

¡Diooos!

- Utilizan metáforas terribles para explicar todo, ni Sean Penn se salva macho, su cara es un mazacote de maquillaje que recuerda a las clases de plástica del colegio, y los sarcasmos de los supuestos tipos duros... una basura.

Y este crítico de aquí, a ver que nos dice

- El cine de gangster es un género para veteranos que hay que tratar con respeto. Estas cosas medio serias no funcionan nunca caballero. Existe cierto tipo de cine manido, que tal vez, por su ejecución pueda causar cierto interés, no es el caso de esta película, todo está muy visto. Las mujeres frustradas de los policias así como la progresiva americanización de las tramas deberían estar prohibidos. La película también tiene homenajes facilones a 'La muerte tenía un precio' en su intento de Spagetti mafia fallido, continuamente se pasa o no llega a nada ¿miedo a otras tramas? Yo diría incapacidad para una sola.


Este hombre... su forma de hablar... su mirada... su pedantería... un momento ¡Es el cienciólogo!

- Siii, soy el cienciólogo crítico, y siempre que pueda:¡¡¡Seré entrevistado!!! jajajajaja

No te vayas malnacido, juro sobre la tumba de Doc Emmet Brown que te pillaré y... te criticaré... bueno, para acabar de hablar de lo que parece ser otra peli que nunca veré, preguntaré a estos dos frikazos de aquí,¿Qué tal la peli? Aunque supongo que de Fleischer os mola más Zombieland.

- Si, bueno, otra que prometía más de lo que era.

- Pero por lo menos no esperabas otra cosa.No era tan pretenciosa.

- Se ha pasado de azucar. Faltan sangre y mala baba por todas partes.

- Ya te digo, si no quieres traumatizar a la gente Ruben Fleischer, no hagas películas de mafiosos, dedícate a hacer continuaciones de Bridget Jones

-¿Casquillos de bala cayendo a cámara lenta? ¿En serio? ¡que original! ¿Y la escena de la bañera? ¡Un giro dramático digno de la casa de la Pradera!

- Que blandurriez más severa ¿Y la casa del gangster? Pero si parece el Corte Inglés, ahí entra y sale todo el mundo cuando quiere. Patético.

- Peor que el Episodio II.

Hay que ver que bien se replican los frikis, así da gusto ¡Coño, el espontaneo!, este se traga to los truños ¿Qué nos tienes que decir ahora?

- ¡Vaya muslacos la Stooooone! Brillan en la oscuridad tronco.

Bueno,al menos hay algo que merece la pena ver.

'Pues con unos buenos nachos, yo me trago lo que sea'


martes, 19 de febrero de 2013

'AMOUR' EN CONSERVA

"Hay un viejo chiste, dos mujeres de edad en un hotel de alta montaña comenta una a la otra, "¡Vaya, aquí la comida es realmente terrible!", y contesta la otra: "¡Y además las raciones son tan pequeñas!". Pues básicamente así es como me parece la vida, llena de soledad, histeria, sufrimiento, tristeza y sin embargo se acaba demasiado deprisa." (Annie Hall, 1977)

Michael Haneke, Michael Haneke, Michael Haneke... pfff, menos mal que no ha aparecido. Como perturba Haneke, da miedo hasta decir su nombre ¿Pero quién es Michael Haneke? ¿Porqué se cuela en nuestras vidas y monopoliza situaciones que podrían ser de cualquiera, haciendo que ser cualquiera sea una tortura cruel e irresoluble, llena de soledad y tristeza? Yo creo que es porque se tomo demasiado en serio el chiste de Alvy Singer, y desde que vió Annie Hall, su vida se convirtió en una lucha continua contra el simpático estoicismo que propuso Woody, como fórmula para asimilar la incapacidad del hombre por aceptar todas las crudezas que nos regala la vida por ser-vida... Perdonar las frases largas, pero con este hombre no hay manera.

A Haneke no le van las respuestas 'graciosillas' que puedan servir para afrontar esta terrible situación que supone estar 'arrojados al mundo'. A él, lo que le va, es plantear preguntas sin respuestas concretas, pero con muchas opciones malas a elegir ante las que debemos responsabilizarnos. Algo capaz de amargarle el día a Schopenhauer.

Schopenhauer, para quien no lo sepa, vivía hecho polvo por suponer que la vida de los hombres se alimentaba de una curiosidad que jamás iban a ser capaces de satisfacer. De ahí surgía una amargura terrible, madre de una naturaleza huidiza hacia un destino incierto que nos tocaba a todos ... Lo que se dice un planazo. Haneke piensa parecido, él sitúa esta verdad en hechos mundanos, y parece querer decirnos:¿No teníais curiosidad? Pues écharle huevos y mirar al frente, a ver hasta donde llegáis.

¿Es un gran director? Sí ¿Nos hace falta? Según el día. Digamos que siempre veo las películas un par de veces antes de ponerme a escribir. Con 'Amour' me ha quedado claro que a pesar de sus méritos, mi insignificante vida no merece pasar otra vez por esas dos horas de visionado.

Procedo: La película empieza tajante, por el final,y ya, el director se dirige a nosotros como un profesor temible que se impone desde el primer día de clase: “Aquí no va a haber trucos ni grandes giros, la historia que vienes a ver acaba así, no esperes un mensaje positivo que te haga recordar que pase lo que pase la vida merece la pena, para eso te vas a ver películas Disney como 'Mar Adentro' o 'Intocable', esta es mi visión de las cosas en modo minucioso, y soy de Viena, así que te jodes que ya estás sentado”.

Una vez acongojados, los espectadores de la sala parecen verse en el espejo de una sala abarrotada, y es entonces cuando recordamos a la madre de 'La pianista' diciendo: 'Nunca sabes quien puede llegar a estar en el público: Podrías ser tú'. Da igual en que butaca estes, todos somos extraños para el resto, cualquiera podría ser protagonista de la historia que nos aguarda... ¿O no Michael?

Después, con todos ustedes, el presente de los protagonistas. Con ecos de la reciente 'Nader y Simin, una separación' en su versión más 'geriátrica', el director nos encierra en un espacio hermético y cada vez más diminuto, del que ya no nos moveremos. El mundo sobra. Da igual que seas Isabelle Huppert y que hagas de hija sabionda, tu opinión no cuenta, y si lo que ves te da miedo, ya estás sentado ¿te repito la borderia de antes?

Y es que esta película es precisamente eso, una pesadilla de una sola dirección en la que todo está expuesto a la peor de las amenazas, y el amor de los protagonistas es el único escudo a mano. Como dice George (Jean Luis Trigtinant), hay que recordar que la vida es hermosa, pero también es muy larga (aunque se acabe demasiado deprisa). No se trata de posicionarnos respecto a lo que vemos, sino de aceptar lo que tenga que venir, y actuar en consecuencia. Y no pongais esa cara, son ancianos y su vida se acaba, pero están juntos y se quieren, sus opciones les han llevado a un universo en el que vivirían por siempre, aparentemente no tienen de que arrepentirse, pero lo inevitable… ay amigos, eso ya es otro tema. Para ahondar en eso mejor vaís a ver la película.

La cámara fija y los tiempos entre la consecución de escenas ayudan a desarrollar la importancia del espacio y... mira mama ¡Soy pedante!... Lo que quiero decir, y ya lo digo del tirón, es que en esta película, como en las primeras cintas del director, el tiempo que se tarda en llenar un vaso de agua o buscar un libro se convierten en un auténtico calvario. Su técnica del espacio en off, aquí muy perfeccionada, marca la pauta de la angustia... Y ya para rematar la pereza que os está dando acabar este parrafo, diré respecto al montaje, que aquí las secuencias se cortan en el mejor momento, cuando parece que vamos a poder respirar.

Emanuelle Riva y Jean Luis Trigtinant sencillamente no existen, son George y Anne en el final de sus vidas. Haneke nos lleva de un lado a otro de la pesadilla con su dirección más sobria hasta la fecha, estableciendo una narración atípica, y dándonos cogotazos cuando menos lo esperamos, y al final, como siempre: nos deja deberes... Ay Michael, no se como veríamos el mundo sin ti.

Lo que hay que reconocer, es que sin Haneke, el cine perdería otra oportunidad como vehículo artístico para expresar emociones, que en otras disciplinas sí vemos más a menudo. Cinéfilos y gente aburrida del mundo, aquí no se trata de evadirnos, sino de observar de cerca una realidad que tanto dentro como fuera de la pantalla, nos toca comernos con patatas. De ahí esos finales asperos e inconclusos que nos devuelven a la calle como pigmeos perdidos en un postoperatorio. La atonización de este autor nunca se digiere del todo y sin embargo nunca caduca. Total: Haneke si hace falta.

Final 2: Y por si este post fuese capaz de llegar a las más altas esferas de la crítica cinematografica dire lo siguiente: Haneke en Amour, ha conseguido alcanzar la distopia de la ataraxia como estatus quo de lo forzoso… Y yo estoy disponible.
Este chaval lo peta

miércoles, 6 de febrero de 2013

Quentin desencadenado

Un señor en la Panadería:

- ¿Me da una barra por favor?

- ¿Claro? ¿Cuál quiere? ¿La campera?¿La rural?¿La espiga?¿La Baguette?

- ¿Cúal es la puta diferencia? Sólo conozco la Baguette y si algo tengo jodidamente claro, es que no quiero esa mierda gabacha.

- Le recomiendo la puta hogaza, es buena de cojones, viene empapadita de harina, y es tan ancha que le cabe un jodido membrillo lo pongas como lo pongas

- ¿Cubierta de harina?

 - Sí señor, le bañan en esa mierda... cómo si nevara en el puto horno.

En los noventa, Tarantino nos hizo creer en un mundo en el que sus diálogos serían posibles si todos fuésemos un poco más 'cabronazos'. Con el paso del tiempo, los subproductos que salian a su paso acabaron desistiendo, y todos nos percatamos de que sus diálogos, mejores o peores, son inimitables. Pero siguen siendo cercanos, y por eso nos encantan. Están en la vida de todos, por épico que sea lo que rodea a los personajes, el diálogo siempre esta presente como desencadenante de todo lo que este a punto de suceder. Ya sea un asesino, un nazi o un miembro del Ku Klux Clan, cualquiera de nosotros podríamos participar de las conversaciones que esta gentuza mantiene durante una película de Quentin. Comprendemos sus motivaciones en esa secuencia, no su razón de ser, pero sí su momento concreto. Y es en esta capacidad de acercar a todo el mundo la cotidianeidad de lo lejano aprovechando para canalizar la siguiente recta de la trama como consecuencia de un diálogo, donde reside el auténtico poder atonizante de este autor.

Pero he aquí en el año 2013, que el que en un principio pretendia sorprendernos con sus pericias guionísticas a golpe de entrecruzar la historia por mil vericuetos que rompían el espacio-tiempo de sus historias, ha optado en lo que suponemos su madurez creativa, por crear un molde argumental para todas sus películas (al menos las cinco últimas), en donde la épica de los acontecimientos se suceden hasta finales clamorosos que nos hacen levantarnos de la butaca pillar un vuelo a Knoxville y gritarle a la cara al genio del lugar:

¡I believe in you Quentin! Otro gran villano ha sido víctima de su propio destino gracias a una clamorosa venganza que jamás hubiera imaginado para si mismo ¡Yeah! ¡Que bien me lo he pasado otra vez! Cada vez sacas menos pies, cada vez hay menos Honey Bunnys empezando y cerrando una película en la que su historia supone la parte intermedia, ya no quedan Vernitas Green por derrotar antes de pasar al segundo volumen de un film que ni siquiera hemos visto aún. Pero da igual Quent, tu cine ya hace soñar a gente como tu soñabas con Sonny Chibba, hay muchos Clarence Worleys en el mundo deseosos de encontrarse a solas contigo en una sala suburbial... pero lo mismo te estás acomodando. Recuerda que ganaste una Palma de Oro en Cannes, no una mierda de Oscar ¡Una jodida Palma de Oro! Peckimpah, Leone, De Palma, Corbucci, Fuller, Hill y muchos otros ya te respetarían lo suficiente, pero tienes que seguir trabajando. 'Pulp Fiction' es única, y siempre lo será, pero hay que seguir despertando la curiosidad de los Hanekeros y Von Trieros del mundo antes de que te etiqueten como 'aquel director gamberro que al final resultó hacer siempre lo mismo', cualquier listillo gafapastero podría atreverse a decir 'lo sabía, este tío era una farsa'. Que te conste que ya lo están deseando hacer. Pero no lo pases demasiado mal aún, sigues siendo inimitable aunque vivas de imitar. Eso sí, debes ser consciente de que hay unas salas llamadas cines en las que te acabará por no ver nadie si acabas imitándote a ti mismo.

Y ahora que hemos terminado de 'chuparnos las pollas',vamos a lo que interesa , 'Our feature presentation', es decir, 'Django Unchained': Aquí, Quentin ha huído de los elementos atonizantes de su cine que todos suponiamos le habían impulsado a acabar haciendo esta película, pero no sólo de homenajes vive el hombre, y aunque la cinta carezca de esa expresión febril de los Spaguetti Western de Leone que si consiguió vislumbrar en 'Kill Bill' o 'Malditos Bastardos', y tampoco goze de la emotiva violencia de joyas como 'Grupo Salvaje', si se nota que Tarantino ha puesto mucho de su parte, y la película no decepciona. Hay que admitir, que por mucho que admire a Corbucci, el de Knoxville no se atreve a tratar tan mal a sus heroes como lo hacía este, y por compararlo con otros tipos de western, se puede decir que todo lo 'Crepuscular'que llegan a ser las panorámicas del film se acercan mucho más a 'Las aventuras de Jeremias Johnson' que a cualquier otro 'Fordismo', claro que ¿a quien le preocupa todo eso cuando 165 minutos de película se te pasan volando? Esta peli es un 'Spaghetti Southern' hecha por un americano, no un jodido 'Western', así que no hay porque compararlos, y visto así, encontramos una serie de elementos en forma de créditos rojos y zooms almerienses, que aderezados con la reinterpretación de los temas que Bakalov hizo para Corbucci en el Django del 66, reconvertidos a secuencias igualmente poderosas que las de la cinta original, pero muy diferentes en su planteamiento, sirven de homenaje más que suficiente para el freak de turno que vaya al cine sólo buscando eso... que no es que tenga nada en contra, sólo es un comentario. Particularmente: Yo AMO a esa gente.

A lo que voy es que esta película goza de muchas cosas válidas por si mismas que no hay que dejar pasar, y aquí hablo de esos montajes que te hacen sentir el cine como ese placer culpable que forra tu butaca con piel de gallina, hablo de un Cristoph Waltz que repite el papel de 'Malditos Bastardos' pero sigue resultando entrañablemente didáctico dentro de su extraña psicopatía, hablo de las dos primeras secuencias y su capacidad para revelar la identidad única del director, de la poesía de Ébano que supone Broomhilda, de un encuentro entre Franco 'Django' Nero y Jamie 'Django' Foxx que recuerda a Vincent y Butch,de canciones que estás deseando volver a escuchar cuando llegues a casa, de un Samuel L. Jackson magistral en su incomprensible personaje, de Dicaprio mostrando parte de su gran repertorio interpretativo, y de alguna que otra cosa que se ve ensombrecida por un final ligeramente precipitado, pero que en cierto modo nos da lo que todos esperabamos: Mucha sangre.
Cartelaco de la época