Una
sombra permanece agazapada en la noche… No espera, muy típico…
Aletargado en la oscuridad, nada ni nadie impedirán al señor oscuro
asestar otro golpe a las fauces de Gotham…, no me convence, se hace
largo, un momento, ya lo tengo: Las nubes, temerosas, saben que la
señal del murciélago se abrirá paso a través de los murmullos…
suena bien… Una vez más, el terror acudirá al rescate del terror,
la oscuridad tomara forma y los criminales no tendrán otro remedio
que ser asediados por la cólera de alguien que como ellos: un buen
día decidió tomarse la justicia por su mano… bueno, se nota que
es una imitación, pero podría ser de mercadillo asiático, no cuela
mal.
Los
Cohen, como siempre, ya se habían adelantado a esta concepción
fílmica con ‘Raising Arizona’, y al Sam Raimi de ‘Darkman’
no se le puede acusar de deudor porque ya había hecho ‘Evil Dead
2’, sin embargo a Warren Beatty si se le vió mucho la pluma con
‘Dick Tracy’, y en una lejana y distópica evolución del género,
por mucho que sus películas sean hijas del VHS y las sesiones dobles
de mediatarde, el Tarantino de ‘Kill Bill’, algo tendría que
agradecerle, así como el ‘Seven’ de Fincher o incluso Cronenberg
en alguna de sus evoluciones. Con esto no se está hablando de ningún
germen ‘Burtoniano’ padre del universo y la vida en la tierra,
pero sí de un autor en ciernes que logró convertir una intriga
criminalista superheroica en algo gótico, tenebroso, romántico
aventurero, adulto e infantil al mismo tiempo, siendo consciente de
lo que estaba haciendo… Por decir algo.
Así
fue como el auge ‘Ochenoventero’ de la ‘Batmanía’ colapso
prensa, anuncios, carpetas, mentes enfermas y grandes intelectos.
Pero al murciélago le quedaba un largo camino, su cueva aún sigue
esperándole y… ¡Mierda! Se me ha olvidado hablar del Joker.